Seguridad en medio de la incertidumbre

Creo que si algo es seguro en nuestra vida, en distintas temporadas, es que los tiempos cambian. Tal vez de forma progresiva, brusca, inesperada, pero cambian.

Estos tiempos provocan en mi de forma particular un alboroto interno; dudas, temor, ansiedad, intranquilidad, inseguridad y todos esos sentimientos que nos visitan mientras nos toque vivir de este lado del sol. Y aunque si son sentimientos “normales” del ser humano, en nosotros los creyentes, pueden venir de visita pero no debemos permitir su estadía permanente.

Alguien que no cambia con las circunstancias

Algo que me permite a mi mantener el enfoque en medio de esos tiempos turbulentos, como he escrito antes, es ir a Su palabra. Éstas, le recuerdan a mi corazón lo que es verdad, ya que mis sentimientos muchas veces no son de fiar y tienden a sumergirnos en una espiral descendente que no nos permite meditar en La Verdad de que, a pesar de todo lo que pueda estar aconteciendo, de que no sabremos lo que pasará mañana o en un mes, de que no sabremos si lograremos esto o aquello, Él ya lo sabe, y no solo que lo sabe, Él lo ha diseñado.

Y en Tu libro se escribieron todos Los días que me fueron dados,
Cuando no existía ni uno solo de ellos. - Salmos 139:16

Desde antes de comenzar a grabar la pelicula, el escritor y/o productor sabe cual será el final; y en este caso será un final bueno: para Su gloria y para nuestro bien. Pero muchas veces, cuando estamos del lado de quien ve la pelicula, estamos comiendonos las uñas por no saber lo que va a pasar después o cual será el desenlace; pero permite recordarte que Quien ha escrito nuestra historia y Quien nos ha amado con amor eterno, conoce el final.
El recordar que en mi vida no hay nada que pase porque si, y que mientras me arraigo a Él “todas las cosas cooperan para bien de quienes le aman” me ayuda a poner mi corazón y mi mente en el lugar correcto: en La Verdad. Esta verdad no esta sujeta a la oscuridad, dificultad o circunstancia del momento, sino que trasciende todo aquello que yo no puedo ver, porque Él ya lo ha visto, lo ha diseñado, lo ha planeado.

Él cuida de mi

Cuando pienso en todo ello, vuelvo a recordarme que de nada me vale afanarme si no puedo añadir a mi estatura ni una pulgada, ya que al final mi vida no depende de mis capacidades, mis esfuerzos o mis planes; dependen absolutamente de Él. Y esto no quiere decir que yo me sentaré de brazos cruzados a ver que pasará cada día, mas bien, que con la sabiduría y la capacidad pensante y racional que Dios me ha dado, tomo desiciones cada dia con el principal objetivo de agradarle a Él y mientras lo hago, confío en que Él dirigirá cada una de ellas. Mi corazón entonces pasa de modo afan a modo descanso.

“…echando toda vuestra ansiedad sobre él,
porque él tiene cuidado de vosotros.”
- 1ra Pedro 5:7

Si lo ha hecho antes, lo puede hacer hoy

Otra cosa que me ayuda a hacer “cable a tierra” es mirar a lo largo de la palabra Su fidelidad, ver como Él ha permanecido fiel en guardar a Su pueblo. No deja de asombrarme como todo el antiguo testamento nos revela al Señor, Su carácter, Su poder, Su amor, y eso me da la seguridad que así como sostuvo a un pueblo pecador, sostendrá a esta pecadora necesitada de un Salvador cada día de su vida.

Porque Yo sé los planes que tengo para ustedes”,
declara el Señor, “planes de bienestar
y no de calamidad, para darles un futuro
y una esperanza.
Jeremías 29:11

Es importante resaltar que no todas las promesas del antiguo testamento son aplicables a nuestras vidas hoy, por mas que se declaren (jajajajaja). Muchas de ellas fueron dadas y condicionadas a circunstancias particulares que vivía el pueblo De Dios en una temporada específica; pero siempre podemos valorar el trasfondo espiritual que nos apunta a Cristo, Su fidelidad y Su redención. Puede que esos planes de “bienestar y no de calamidad” no sean los que nuestras mentes finitas y pecadores piensan, muchas veces es un bienestar que para nuestra carne resulta incómodo, pero enriquece nuestra relación con Él.

En medio de esto debemos recordar que: “…mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos, dijo Jehová. Como son más altos los cielos que la tierra, así son mis caminos más altos que vuestros caminos, y mis pensamientos más que vuestros pensamientos. Isaías 55:8-9

No basta solo con leer

Pero no es el simple hecho de leer la Biblia lo que provoca en nosotros el poder hallar paz en medio del caos o seguridad en medio de la insertidumbre; es meditarla, es reflexionar en ella, es “rumearla” constantemente, es escribirla en la tabla de nuestro corazón. Cuando tomamos este tiempo para reflexionar en La Palabra, le estamos enseñando a nuestra mente y corazón hacia donde debe dirigirse o lo que debe recordar cuando las circunstancias nos desafían. Esto no es una píldora mágica de abrir la Biblia en el Salmo 23 y creer que tenerla abierta en nuestra mesa de noche durante 365 surtirá algún efecto, es abrirla en nuestros corazones constantemente por medio de tomar tiempo para reflexionar y llevar todo pensamiento contrario a ella, cautivo a la obediencia a Cristo en oración.

Mi sant@ herman@, si construimos nuestras vidas sobre la roca eterna e inamovible estaremos seguros y firmes a pesar de las temporadas y circunstancias cambiantes. Él nos sostiene y Él no cambia!

“…en el cual no hay mudanza,
ni sombra de variación.
- Santiago 1:17

Con amor en Cristo,
Lariely

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